Muchos creen que para estar fresca y hermosa, hay que gastar fortunas en maquillaje, cremas y estilistas. Pero esto no es del todo cierto, y en este artículo queremos brindarte algunas maneras de ahorrar en belleza. Sin sacrificar tu estilo, sigue estos consejos que te ayudarán a ajustar tu presupuesto en tratamientos de belleza sencillos que bien puedes hacerlos tú misma, para dejar en manos expertas aquellos que realmente lo ameritan.
Tiñe tú misma tus raíces La visita al estilista no siempre tiene que ser una obligación para un retoque en tus raíces sin teñir. Definitivamente, una caja de tinte cuesta muchísimo menos que una sesión de peluquería. Si no te animas, o es la primera vez que lo harás por ti misma, puedes pedirle ayuda a una amiga.
Elige un corte de pelo fácil de mantener, Un corte de cabello bien corto exige un mayor cuidado, y por lo tanto, más visitas al salón de belleza. Para no tener un peinado descuidado, o tener que gastar tanto en visitas periódicas a tu estilista, puedes optar por un corte medio largo, con el cual puedes estirar tus cortes durante dos o tres meses, con sólo algunos ajustes.
Compra siempre en grandes cantidades. Buenas marcas de tinte suelen venir en envases más grandes, al mayoreo, cuyo costo es mucho menor que de los otras marcas o empaques. De igual manera, también puedes cambiar la marca de tus productos preferidos. Muchas veces estamos dispuestas a pagar ciertos costos, que bien podrían conseguirse a menor precio en otras marcas. ¡Sólo es cuestión de informarse y buscar!
Realiza tu propio tratamiento facial. Date un poco de tiempo, y reemplaza la visita a la cosmiatra realizándote el cuidado que tu rostro necesita. En el invierno sobre todo, el cuidado de la piel es de suma importancia y esta crema te ayudará a eliminar las manchas y devolverle el tono original. Dándole una apariencia mucho más saludable y juvenil.
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